LA ENCAMISADA

http://laencamisadadejordi.blogspot.com.es/ LA ENCAMISADA..."PASA REVISTA A LA HISTORIA".

lunes, 20 de enero de 2014

¡ SANT IACOB, AYÚDENOS !.

LA PUTA GRACIA. "Un Tercio de Relatos" (VIII).


     
 El rebaño belicoso sigue la dirección que el que precede marca, ciego y sordo del destino sólo ve hasta lo que su sombra alarga. Las noticias de la testa llegan al tronco sin demora siguiendo el cauce humano, si la noticia cierta de la presencia de moradas, de lago, o más, si de ciudad se trata, cual liebre desencamada y a la fuga, la epístola del rumor llega de la cabeza a la zaga. Yo por ciertas doy a las que siguen esta dirección, mas las que retornan vienen siempre viciadas por la imaginación tediosa de los soldados.

Hubo ocasión en que desde la vanguardia llegó susurro sobre la procelosa vida de cierto soldado portando en desigual proporción dimes y diretes. De capacetes a embozos, de plumas a cabalgaduras pasaba, o mejor decir que pesaba, pues si en destino pueril y enjuto se crió, el tiempo lo engordó y en llegando a su muerte al encartado se presentó. Como a todo finado el paso del tiempo corrompe y desfigura; tan demacrado y pálido llegó que no era conocido ni por su hacedor y menos por el paciente de su desventura.
         ¡AFRENTA!, ¡DERROTA!. Enseguida la noticia dióse por cierta por algunos que nada que ver tienen, incluso parecían más agraviados que el infortunado, avivando así su espada y cegando su cordura. Conocido del genio español es la suya defensa del honor, se muere y se mata siempre a partes iguales, pues uno mata si el otro muere. En este caso el último quería matar, mas el primero desconocía si morir, el duelo afloraba lúdico entreteniendo al rebaño hasta llegar a una peña.
          Agraviado el último, comenzó a buscar al primero, preguntaba a uno, conminaba al otro, alguno dijo ése, y ése dijo alguno, parece que éste fue, y otro parece que fue éste.
         Mal duelo presenta quien no halla con quien batirse, hasta quince fueron postulados como hacedores de la afrenta, pero de ninguno se tuvo certeza de su comisión.
          Pero en esto andaban cuando un soldado que fue chivero silbó y llamando la atención dijo:
- conocido es por todos que putas nos acompañan, una hay que todo lo sabe pues en todos se halla, preguntadle que ella sabrá deciros de donde salió su afrenta -, - ¿Y cómo se llama la dama libidinosa? - preguntó el doliente, - Gracia se llama, y eso que pocas de ellas le acompañan, duerme a costa de un hidalgo que vos habéis visto seguro en su compañía - dijo el chivero armado.
         Estaba Gracia zurciéndose el mandil cuando la mala sombra del dolido oscureció su labor - ¡aparta, que la luz es escasa!, ¿se puede saber qué pasa?- dijo dejando de coser.
- Dime Gracia, ¿quien difundió tal escarnio sobre mí?, dilo tu que conoces a los hombres.- La puta dejó caer la prenda y mirándolo dijo:
- Hombre joven y espigado,
hijo de España, sobrino del Milanesado.
Sombrero largo y emplumado
bigote recto rasurado,
hijo de Santiago
por salario anda bien armado -

enseguida contrariado el soldado replicó:- ¡pero ése SOMOS TODOS!
y con gracia la puta respondió: - ¡Así es, TÚ LO HAS DICHO¡ -


"Puta con Gracia, Gracia la Puta".




     Me remontaré a los inicios prácticos de nuestra historia o más bien de nuestras leyendas. Ambas (historia y leyenda) en el caso que nos ocupa se entrelazan formando una sola columna de la cual es difícil distinguir la base del capitel, pero no su fuste. No seré yo quien deba delimitar donde comienza una y donde termina otra, pues debo decir que me da un poco igual, lo verdaderamente importante a mi juicio es la utilidad posterior que de ellas se saca, en definitiva su fuste.
Los acontecimientos pasados sirven para ayudarnos a construir el presente, cogiendo lo bueno que pudieran haber tenido y desterrando lo malo, o al menos esa ha sido la intención. La manera más popular de engrandecer un acontecimiento o por el contrario empequeñecerlo,  casi siempre ha sido mediante la creación de una leyenda sobre el propio hecho real. Pero ¿dónde comienza una y acaba el otro?.
Como Pizarro no trazaré una raya en el suelo con mi espada delimitando la historia de la leyenda, ni tampoco les obligaré como el conquistador del Perú a elegir entre una y otra, prefiero que sean ustedes mismos quienes lo hagan pues así será más de su agrado.

LA BATALLA DE CLAVIJO.

         Tan difuso se presenta el acontecimiento de esta Encamisada que ni los propios historiadores se ponen de acuerdo en muchas de sus circunstancias. Unos lo fechan en el año 856 por el Rey Ordoño I, otros, que se produjo durante la batalla de Albelda en el año 860 en las inmediaciones de Clavijo y otros afirman que sus circunstancias pudieran haberse producido durante la batalla de Simancas en el año 939 reinando Ordoño II. Pero lo cierto es que la tradición data la batalla en el año 844, más concretamente el día 23 de mayo y por el Rey Ramiro I de Asturias.
        
Nos encontramos en la reconquista de las tierras "hispanas" por parte de los reinos cristianos del norte de la península, reinos que unas veces guerreaban entre ellos y otras muchas contra sus verdaderos enemigos, los invasores Musulmanes con los que frecuentemente pactaban la paz a costa de ciertos tributos. La negativa al pago de uno de ellos por parte del Rey Ramiro I de Asturias al Emir de Granada, sería el desencadenante de una de las batallas más importantes de la Reconquista, LA BATALLA DE CLAVIJO.
         Corría el año 844 cuando el Rey Ramiro I tras reunir a su consejo decidió no atender la demanda sarracena por la que se debía efectuar el pago de Cien Doncellas como tributo y reconocimiento a la supremacía del Emirato Cordobés. Contrariada la autoridad árabe comenzaría su esperado ataque quemando y saqueando todo a su paso en respuesta a la negativa cristiana.
          Es entonces cuando el bando cristiano decide contraatacar, para lo cual las tropas de la cruz se dirigen en busca de las huestes de Abderramán II, al llegar a Nájera y Albelda comprueban que el ejército musulmán es más numeroso que el suyo ya que se habían concentrado en la zona tropas provenientes de la península y Levas llegadas desde el norte de África. Ramiro I y los suyos quedan cercados en el monte Lanturce. Las perspectivas de victoria se diluyen ante la aplastante superioridad del caudillo árabe. Entonces Ramiro I decide refugiarse en  el cercano Castillo de Clavijo.

Las tropas Cristianas quedan sitiadas y desmoralizadas ante el preocupante destino que se cierne sobre ellos, podemos imaginar la llegada de la noche entre los muros de Clavijo, soldados en vela, guardias vigilantes y prevenidos ante la amenaza de la cercanía mora, en definitiva la desesperanza también se refugiaba en ése baluarte. Sólo un milagro les llevaría a la victoria. Y precisamente se cuenta que así sucedió.
Esa misma noche, seguramente obsesionado con la victoria, Ramiro I tuvo un sueño en el que se le apareció el Apóstol Santiago animándole a combatir al día siguiente y asegurándole la victoria a través de su intervención, cuentan que así fue:


"Sepas que Nuestro Señor Ihesu Cristo partio a todos los angeles mis hermanos las prouincias dela tierra e a mi solo dio a España, e sey fuerte e firme en tus fechos, ca yo so Santiago apostol de Ihesu Cristo que vengo por te ayudar. E sepas por verdad que enla mañana venceras conel ayuda de dios todos estos moros que te tienen cercado avnque moriran munchos delos tuyos, a los quales esta aparejada la gloria de parayso. E por que desto seas cierto ver me has enla mañana encima de vn cauallo blanco con vna seña blanca e grand espada reluziente enla mano. E luego enla mañana confesar vos hedes e rescebiredes el cuerpo de Nuestro Señor Ihesu Cristo e fecho esto non dubdedes de ferir enlos moros llamando 'Dios ayuda a Santiago' que sepas cierta mente que todos los venceras e meteras a espada."

         A la mañana siguiente los soldados cristianos, convenientemente arengados y seguros de la ayuda del Apóstol, entraron ufanos en desigual batalla. De la nada entonces dicen que apareció el Apóstol Santiago montado en un corcel blanco guiando sus acometidas y llevándoles a la victoria. Se dice que más de 70.000 moros quedaron tendidos en el campo de batalla, así lo vería el poeta Federico García Lorca:

Dice un hombre que ha visto a Santiago
en tropel con doscientos guerreros;
iban todos cubiertos de luces,
con guirnaldas de verdes luceros,
y el caballo que monta Santiago
era un astro de brillos intensos.(...)


Finalizada la contienda, el bando cristiano resultó vencedor a pesar de su más que evidente desventaja. Cuentan las crónicas que Ramiro I agradecido se dirigió a la Iglesia de San Vicente donde se encontraba enterrado San Prudencio para dar gracias y ofrendas.  Desde ese mismo instante y en agradecimiento el Soberano ofrece al Apóstol lo que se denominaría como "El Voto de Santiago", también llamado "Diploma de Don Ramiro", por el cual el monarca se comprometía a entregar anualmente a la diócesis de Santiago las primeras cosechas y vendimias así como parte de todo el Botín que se hiciese guerreando. Tal compromiso obligaba a todo su reino y a sus descendientes, los cuales debían peregrinar a la tumba del Apóstol.
 Aquí se centra el verdadero fuste o pilar de las crónicas de la Batalla de Clavijo, pues desde entonces los soldados cristianos alentados por la santa intercesión del Apóstol entraban en batalla al grito de "Sant Iacob ayúdenos", uniendo las palabras en una sola nombrarían a Santiago (Sant-iacob). Al amparo de tal creencia y transcurridos los años, los españoles seguían encomendándose a la protección del Santo invocándolo en momentos de grandes peligros, convirtiéndose en Patrón de España y en patrón de su Caballería.
 El Voto de Santiago estuvo presente y en vigor hasta la proclamación de las Cortes de Cádiz, donde una de las primeras medidas tomadas fue su abolición. La medida resultaba casi irrisoria en cuanto al ahorro pecuniario del que el Estado se resarcía, si bien hay que reseñar que el incumplimiento del Voto por parte de la Nación Española coincidió con su hundimiento como potencia en el siglo XIX...
Clavijo supondría un nexo de unión entre los reinos cristianos que más tarde conformarían la nación española. Serviría de amparo y acicate a muchos hombres en momentos de peligro a lo largo de toda la historia, propiciando grandes gestas y hazañas. Por tanto, tamizar el suceso corresponderá a estudiosos e historiadores, que en mayor o menor medida darán luz sobre la batalla y los hechos que la envuelven. Se sabe por estudios y hallazgos arqueológicos que en la zona donde se sitúa el acontecimiento (Albelda) se combatió y mucho. Pero como dije al principio eso es sólo el basamento de la columna, por que su verdadera importancia o fuste está en lo que después supondría en la conformación de lo que es España.





La batalla de Clavijo en el cine:

    En el año 1.962 se rodó en España la película “El Valle de las Espadas”, una coproducción en EE.UU.-España, dirigida por Javier Setó, y protagonizada en sus principales papeles por actores como Espartaco Santoni, Tere Velásquez, César Romero, Fernando Rey y Germán Cobos.
Su título original fue “The Castilian”, pero en su estreno en España pasó a denominarse “El valle de las Espadas”.


 




En dicha película aparece el Apóstol Santiago (Julio Peña) y San Millán (George Rigaud) arengando a las tropas cristianas frente a los moros en la Batalla de Clavijo.


LA PUTA GRACIA...


Pocas virtudes acompañaban a Gracia, pero de todas una si acaparaba, y es que con gracia siempre se envolvía y acostumbrada a la mezquindad de los hombres, jamás caso les hacía. Todos los rumores conocía, pues todos los hombres al menos con uno llegaban que casi siempre el mismo parecía. Es así que según de la boca que llegaran una cosa decían. Si de varón embriagado venían más aún se engrandecían, en tal medida que si de hazañas hablaban da por cierto que ninguna ocurría. Así pues de los rumores desconfía, te lo dice un pobre soldado que sólo cierto sabía la fecha en que moría. 

Por Jorge J. Hervás Gómez-Calcerrada.





..A la mujer que dijo ..."Apagar los móviles que ya sale el hombrecito de los tambores..."